Para poder elegir correctamente una silla de ruedas adecuada a las necesidades de su usuario, es importante conocer la extensa gama de posibilidades que existen en los distintos componentes de una silla de ruedas.
De esta forma podremos elegir en cada componente, el que mejor se adapte al usuario y así potenciar al máximo su funcionalidad en la silla. Como partes claves de una silla de ruedas, vamos a analizar los distintos tipos de armazón, ruedas, frenos, reposapiés y reposabrazos, y las ventajas e inconvenientes de cada uno de ellos.
CHASIS DE LA SILLA DE RUEDAS
El armazón de una silla de ruedas puede ser rígido (fijo), o plegable. El aprovechamiento de la energía que el usuario aplica para propulsarse es del doble en una silla con armazón rígido (se aprovecha 15-20% del impulso), que en una plegable (aprovecha 5 – 8% del impulso).
Esto es debido a que en una silla de ruedas plegable parte de la energía de propulsión se pierde en el movimiento de su estructura por los puntos de articulación. Otras ventajas que presenta el armazón rígido es que resulta fácil de manejar y es algo más ligero que uno similar plegable. Sin embargo la silla plegable resulta en general más cómoda de transportar y guardar al ocupar menos espacio plegada.
Actualmente existen sillas de ruedas que presentando un comportamiento de armazón rígido permiten un plegado muy compacto.
MATERIAL
La composición del armazón de la silla de ruedas es un factor clave en la funcionalidad de la misma. El acero siendo el más habitual, es el más pesado pero también el más barato. Una silla con armazón de aluminio es mucho más ligera y por lo tanto fácil de propulsar, pero también más cara. También se pueden encontrar armazones realizados en materiales muy ligeros como titanio y carbono. Se utilizan habitualmente en sillas de armazón rígido y tienen un precio muy elevado.
RUEDAS DELANTERAS
Existen de diferentes tamaños y materiales, así como inflables o macizas, dependiendo del uso que vayamos a darles debemos tener en cuenta lo siguiente: Cuanto más pequeña sean las ruedas delanteras, tendrán menor rozamiento y mayor facilidad de giro, siendo adecuadas para interiores. Así por ejemplo las de 75 mm y 125 mm se recomiendan en sillas para deportes en pista, como el baloncesto y en sillas activas.
Como punto negativo, se enganchan en obstáculos e irregularidades del terreno con facilidad.
Las ruedas grandes son más recomendables para exteriores, y suelos accidentados, ya que resulta más fácil salvar obstáculos y no se clavan en el terreno. Sus desventajas son que el mayor rozamiento dificulta la maniobrabilidad y su mayor tamaño aumenta el radio de giro.
Siempre que variemos el tamaño de la rueda delantera, es necesario ajustar la horquilla. El eje de giro de la horquilla debe de estar siempre a 90º con el suelo. En gamas bajas, la horquilla no suele ser ajustable. En gamas Medias/altas sí es posible este ajuste, ante la duda sobre cómo realizarlo, es aconsejable contactar con un técnico cualificado, en bastantes casos cambiar el tamaño de la rueda puede modificar la inclinación de la silla, afectando a su estabilidad.
Las ruedas por debajo de 125mm ( 5 «) suelen ser macizas, por encima de este tamaño podremos escoger entre macizo ( sin mantenimiento , poca amortiguación) o cubierta y cámara hinchable (mejor amortiguación, pero más mantenimiento por el inflado y posibles pinchazos).
La mayoría de usuarios eligen ruedas delanteras macizas, dentro de estas también hay diferentes modelos para todos los gustos y precios.
RUEDAS TRASERAS
Sobre las ruedas traseras debemos conocer los siguientes detalles; Tamaño, tipo de cubierta, composición de la llanta y el aro.
Tamaño:
La rueda trasera más habitual es la de 600 mm de diámetro. (24”). Se utilizan ruedas más pequeñas de 22” (550mm) ó 20” (500mm) en sillas de niño, para personas con limitación del movimiento en los hombros o para hemipléjicos, para que puedan llegar al suelo y propulsarse con el pie. La rueda más pequeña permite aplicar menor esfuerzo para propulsarla, pero también requiere mayor número de impulsos. Las ruedas de 650 mm (26”) se utilizan para personas muy altas y para deportes.
Diferentes tipos de cubiertas:
– Macizas: ofrecen menor resistencia al rodar, y no requieren mantenimiento, pero son más pesadas y de conducción más dura al no amortiguar los accidentes del terreno. Presentan peor agarre en superficies mojadas.
– Inserto sólido: Son un intermedio entre las macizas y las neumáticas. Están compuestas de una cubierta normal con un macizo insertado dentro de ésta, No requieren mantenimiento, presentan mejor agarre que las macizas en superficies mojadas, aunque no amortiguan tanto como las neumáticas y pesan algo más que estas.
– Neumáticas: Son de conducción más cómoda porque amortiguan los accidentes del terreno y presentan un buen agarre en la mayoría de las superficies. Son las más ligeras. Como inconveniente tienen que requieren algo más de fuerza para propulsarlas al ser más blandas y requieren mantenimiento (se pueden pinchar, y hay que hincharlas y vigilar la presión de aire para mantener su rendimiento). Las sillas de ruedas activas utilizan unos neumáticos más estrechos y con una presión superior, lo que facilita el desplazamiento.
Recientemente han aparecido cubiertas con protección antipinchazo.
– Tubulares: Muy ligeros, y con mínima resistencia a la rodadura. Inconvenientes: Poca resistencia a pinchazos y elevado mantenimiento. Se utilizan para sillas de deporte en pista como el baloncesto.
Llantas
– Llantas de plástico: apenas requieren mantenimiento, pero pesan más que las ruedas de radios.
– Llanta de radios de aluminio: Resulta más ligera que la de plástico, y absorbe mejor las rugosidades del terreno. Los radios cruzados ofrecen un entramado más fuerte.
– Llantas de otros materiales: Como la fibra de carbono, de alto precio y prestaciones con un peso muy bajo.
Para deporte se prefieren los radios rectos, que dan mayor rigidez al conjunto, pero los aros y el carrete deben de ser especialmente fuertes.
Los Aros
Pueden ser de aluminio, acero (que es más pesado pero resbala menos), titanio (muy ligeros), o recubiertos de plástico. Además del material, existen aros con proyecciones para facilitar el agarre por parte de personas con poca movilidad en las manos, así como aros con formas ergonómicas y partes recubiertas de otros materiales para aumentar el agarre. Las proyecciones se pueden adquirir por separado y ser instaladas en un aro estándar.
Frenos
-Frenos con zapata: Los más comunes son los de montaje alto (se anclan al tubo que queda por debajo del asiento), y pueden ser de dos tipos, según se activen empujando hacia delante o tirando hacia atrás. Estos frenos pueden llevar alargadores para facilitar su uso.
-Frenos de tijera: Más ligeros y que quedan escondidos cuando están en reposo, facilitando las transferencias, normalmente se ven en sillas activas / ultraligeras.
-Frenos de una mano: Para hemipléjicos y usuarios que prefieren esta opción.
-Frenos de Tambor: Normalmente en sillas en las que el acompañante maneja la silla. Se activa el freno desde una maneta tipo freno de bicicleta que va fijada en las empuñaduras del respaldo.
REPOSABRAZOS
– Fijos: Son parte del chasis de la silla y no pueden retirarse.
– Desmontables, o abatibles hacia detrás: pueden ser retirados .
– Regulables en altura: Permiten ajustes más precisos.
– Tipo escritorio: rebajados en su parte delantera para permitir el acceso a mesas.
– Tubulares: Pesan menos pero tienen una superficie de apoyo inferior.
REPOSAPIÉS
Pueden ser fijos o desmontables. Para acortar la longitud de la silla en espacios reducidos como ascensores, es mejor que sean desmontables. Si no hay problemas de espacio es más aconsejable que los reposapiés sean fijos debido a su mayor robustez. La posición anatómica ideal de los reposapiés es a 90º. Sin embargo en adultos los pies pueden interferir con el giro de las horquillas delanteras, por lo que el ángulo se tiende a reducir. Los ángulos más frecuentes son de 80º, 70º y 60º.
Existen asimismo reposapiés elevables. Éstos elevan el conjunto de la pierna, para adoptar posturas más cómodas. Se utilizan mucho en sillas con respaldo reclinable y sillas pasivas.
Las plataformas de reposapiés son normalmente de composite u otros materiales como el aluminio. Pueden ser dobles o bien una plataforma única, con o sin cintas taloneras. Normalmente el ángulo entre el reposapiés y las plataformas es de 90º, pero hay plataformas que tienen la posibilidad de regular este ángulo, para adaptarse a necesidades concretas de algunos usuarios.
Existen distintas alturas en los respaldos, las personas activas con buen control de tronco suelen usar respaldos bajos que maximizan la libertad de movimiento.
Respecto al bastidor del respaldo, puede ser fijo, abatible, desmontable…la elección de este dependerá de nuestros requerimientos a la hora de desmontar la silla o la postura que necesitemos adoptar.
ASIENTOS
Suelen ser de un tejido fuerte pero que permite el plegado de la silla, se fijan al chasis de la silla mediante tornillos u otros sistemas, en algunos modelos podemos regular la tensión de la tela del asiento para adecuarla a nuestras necesidades.
Sobre la tela del asiento se puede colocar un cojín antiescaras que minimice las presiones excesivas. Hay cojines de espuma, de gel, de celdas de aire…
RESPALDOS
De construcción similar al asiento, una tela relativamente tensa que se fija al chasis de la silla, (en este caso a los tubos del respaldo), nos sirve de apoyo. Es recomendable que el respaldo sea regulable en tensión, son mucho más cómodos ya que ajustamos la tensión del respaldo por medio de unas tiras interiores que nos permiten tensar o destensar zonas concretas. De esta manera podemos adaptar el contorno del respaldo a nuestra anatomía. Como en el caso de los asientos también existen respaldos posturales especiales que en este caso sustituyen a la tela que viene de serie, usándose solo los tubos del respaldo original como soporte.
3 Comentarios
Dónde están ubicados?? Qué país, que ciudad
Hola,
en Lebrija – Sevilla. gracias
Muy buenos productos