¿A quién no le gusta unas vacaciones en playa? Llega el verano y el cuerpo nos lo pide. Sin embargo, tenemos dudas sobre cómo ir a la playa con nuestros mayores porque claro, la salud ya no es la misma que hace unos años.
No te preocupes, siguiendo los consejos que te damos aquí, el verano no nos dará ningún sobresalto.
Para empezar, la clave es el horario: ve temprano a la playa y planta la sombrilla. Para los mayores, la mejor hora para dar un baño es por la mañana o por la tarde a partir de las siete, porque así evitamos los cambios bruscos de temperatura. Eso sí, acompáñalos siempre en el agua.
Si el mar está revuelto o simplemente a nuestros mayores no les apetece bañarse, la mejor opción es un paseo por la orilla.
Imprescindible: no te olvides de la sombrilla, ropa cómoda y crema solar.
El día de playa no acaba aquí: aún te falta por saber lo más importante a tener en cuenta para que el día de playa con nuestros mayores sea de diez.
Evitar los golpes de calor
El enemigo principal del verano es el sol y el calor.
Nuestro cuerpo regula por sí mismo la temperatura corporal: sudamos cuando tenemos calor, tiritamos cuando tenemos frío… Durante todo el día, el cuerpo hace pequeñas variaciones hasta conseguir los 36º/ 37º saludables. Los niños, ancianos y enfermos tienen dificultades para regular la temperatura del cuerpo y por eso son más vulnerables a los golpes de calor.
¿Cuáles son los síntomas de un golpe de calor? Aquí tienes algunos muy reconocibles
- Mareo, desorientación o confusión.
- Dolor de cabeza.
- Náuseas o vómito.
- Piel seca o enrojecida.
- Calambres.
En cuando detectes los primeros síntomas, ponte a cubierto, en un ligar fresco, y bebe agua. Acude lo más pronto posible al médico o al puesto de botiquín de la playa.
Consejos para evitar golpes de calor:
- Evita estar fuera de casa entre las 12 del medio día y las cuatro de tarde. Si vais a la playa, lo ideal sería estar en el chiringuito tomando algo durante ese período de tiempo, por ejemplo.
- Usa sombrero y mójate la cabeza con frecuencia. Protege la cabeza del sol y evitarás desmayos y dolores de cabeza.
- Si el coche ha estado al sol mucho tiempo, no te metas directamente. Abre puertas y ventanas y activa el aire acondicionado. Por supuesto, ni qué decir tiene que nunca te quedes encerrado dentro si el conductor ha salido un momento a por algo.
- Usa ropa adecuada: holgada, de colores claros, transpirable.
- Busca la sombra y evita exponerte al sol durante largos periodos de tiempo.
Hídratate
La sed es un mecanismo que cerebro activa cuando siente que el organismo no tiene suficiente agua o sales. Esta sensación empieza a disminuir a partir de los cincuenta y continúa decreciendo a medida que nos hacemos mayores. Y esto es muy peligroso porque, que no tengamos sed no significa que no necesitemos hidratarnos.
Nuestro organismo necesita agua para regular su temperatura y hacer un montón de funciones más. Sin ella y sin las sales minerales, llega la deshidratación, que produce daños renales e incluso neuronales. Así que imagina lo que supondría pasar el día entero en la playa sin apenas beber un poco.
Consejos
- Debemos preocuparnos por que nuestros mayores beban regularmente: ellos no se dan cuenta porque la sed no les avisa.
- Consume zumos naturales y bebidas isotónicas, como la limonada, la cual podemos hacer en segundos: exprime dos limones, añádelos a dos litros de agua con un par de cucharadas de azúcar y una pizquita de sal y otro poquito de bicarbonato. ¡Listo! Mételo en una nevera para que esté fresquito todo el día de playa y esté más rico. Es una buena alternativa si beber simplemente agua no se nos antoja muy apetecible.
- Evita las bebidas excesivamente azucaradas y las calientes.
La alimentación
Debemos cuidar la alimentación porque las comidas pesadas favorecen la aparición de los golpes de calor. Cocina a la plancha y consume verduras en abundancia, así como frutas, que tienen mucha agua. Después de todo, es lo que apetece, ¿verdad? Un gazpacho fresquito, pescado a la plancha con ensalada, helado…
Vigila el estado de los alimentos ya que el calor hace que se echen a perder más pronto y podemos no darnos cuenta de ello.
Y algo muy importante que a veces pasamos por alto. ¿Recuerdas cuando tu madre se ponía pesada para que hicieras la digestión? ¡La pena que nos daba por no poder bañarnos después de comer!
Resulta que mamá no podía tener más razón porque los cortes de digestión son algo serio y que pasa con más frecuencia de lo que pensamos. Ocurren cuando el cuerpo experimenta un cambio busco de temperatura. Extrema la precaución si vas a beber algo muy frío o te vas a meter en el agua durante la hora y media o dos horas posteriores a la comida.
Cuidados de la piel
La sudoración excesiva puede irritar la piel en determinadas zonas y provocar laceraciones, heridas o roces. En ese caso hay que prestar especial atención a las personas que tengan úlceras por presión en la piel.
Lo mejor para mantener la piel en buen estado es beber mucha agua. Suena a tópico, pero es así, porque se mantiene hidratada. También aplicaremos pomadas y cremas hidratantes. Consulta a tu médico o farmacéutico para saber cuál es la adecuada.
Utiliza productos antiescaras: previenen las úlceras y, si ya tenemos alguna, favorece su eliminación.
Por supuesto, tras exponer la piel al sol, hay que darle unos mimos con cremas hidratantes y after sun.
Cuida tus oídos
La otitis es más frecuentes en esta época del año, porque los oídos, con tanto baño, están húmedos más tiempo. El cloro, la sal del mar, así como el propio sudor, contribuye a las infecciones. ¿Cómo evitar la otitis? Consejos:
- No uses bastoncillos ni introduzcas nada en los oídos.
- Sécalos regularmente, simplemente pasando una toalla.
- Si se te ha quedado agua dentro después del baño, inclina la cabeza y pequeñas cabezadas o saltos hasta que salga.
La aparición de hongos
Igual que la otitis, los hongos son más frecuentes en verano, porque el calor y la humedad crean el entorno perfecto para su aparición. Pueden aparecer en piel, uñas o genitales.
¿Cómo cuidarnos de los hongos en verano? Es tan sencillo como cuidar la higiene personal y seguir unas pautas:
- Seca la piel cuidadosamente y presta más atención a zonas donde se forman pliegues: entre los dedos, partes íntimas, las axilas…
- Utiliza calzado adecuado, transpirable. Deja que tus pies respiren, camina descalzo de vez en cuando.
- Cálzate en piscinas, gimnasios y duchas comunes: los hongos suelen vivir en esos lugares.
Como ves, todos estos consejos no sólo son aplicables a nuestros mayores, sino que a cualquier edad deben tenerse en cuenta. No te olvides de seguirlos si quieres un día de playa perfecto.
Para cualquier duda relacionada con las ayudas técnicas, puedes llamarnos al teléfono: 955 97 31 07 o escribirnos a nuestro correo info@ortopediamimas.com. Estaremos encantados de asesorarte sin compromiso.