¿Conoces la realidad virtual?
Seguro habrás escuchado estas palabras, pero lo más probable es que no tengas ni idea de qué significan.
La realidad virtual está totalmente a la orden del día. Llegó a nosotros hace unos años para quedarse; esta tecnología de última generación es capaz de hacerte partícipe de un mundo totalmente virtual a través de unas gafas o un casco de realidad virtual, consiguiendo que te teletransportes a escenarios imaginarios o reales pudiendo oír, ver, oler e incluso degustar todos los elementos virtuales que puedas encontrarte a tu paso en la aventura.
¿Ya te va sonando más, verdad? Aunque esta técnica por lo general es utilizada por las personas jóvenes, cada vez más es vista en usuarios de la tercera edad. A día de hoy, está muy de moda en los centros de personas mayores, donde puedes encontrar geriátricos que utilizan esta tecnología para sus mayores, haciéndoles disfrutar de acontecimientos divertidos que ya, quizás, no puedan desempeñar en el exterior.
De este modo, los ancianos son capaces de volver a lugares en los que han estado en el pasado, pudiendo recordar lindos momentos vividos, o incluso viajar a aquel lugar que nunca pudo ir.
¡Esto es maravilloso!
A través de las gafas de realidad virtual, se programan y seleccionan vídeos haciendo que el usuario se sienta como si estuviera viviendo la situación en primera persona, todo esto creando un entorno seguro donde la persona se sienta cómoda.
Gracias a esto, las personas mayores tienen la oportunidad de ejercitar su cerebro, estimulando su memoria, mejorando su autoestima e incluso las capacidades motrices del cuerpo, entre otras habilidades.
Tipos de realidad virtual
Dependiendo del nivel de inmersión que decidas tener en el “juego”, puedes elegir entre los distintos tipos de entornos virtuales:
• Realidad virtual totalmente inmersiva. Aquí, puedes ser capaz de desaparecer mentalmente del mundo real, y teletransportarse al mundo virtual.
Cuando la sensación es tan placentera, puedes creer incluso que perteneces a un entorno inexistente, donde disfrutas de cada minuto. En este caso, utilizarás todos tus sentidos, interactuando con los elementos virtuales.
• Realidad virtual semi-inmersiva. En la realidad semi-inmersiva, solamente usarías las gafas de realidad virtual, compuesta ésta por una pantalla en 4D donde tu vista estará dentro del vídeo; sin embargo, el resto de tus sentidos se encuentran en el mundo real, de modo que la inmersión no es completa.
• Realidad virtual no inmersiva. En este caso no utilizarías lo elementos propio dichos de la realidad virtual, como son las gafas o el caso, de manera que a través de una pantalla en la habitación, se reproduciría el vídeo en cuestión, controladas con un ratón, un teclado y mandos.
Si la persona que lo vaya a utilizar es una persona mayor, se le recomienda que comience desde la realidad virtual no inmersiva hasta la más inmersiva, aunque por lo general, la realidad virtual semi-inmersiva sería la ideal para la utilización en personas de la tercera edad.
Beneficios de la realidad virtual en la tercera edad
• Se desarrolla la motricidad del cuerpo, coordinación y las capacidades físicas y cognitivas.
• Mejora la autoestima de las personas mayores, riendo y divirtiéndose en cada sesión.
• Evade las diversas dolencias que pueda sufrir el usuario. Al pasar un rato agradable, los problemas y malas circunstancias actuales se olvidan por un momento.
• Además, se puede utilizar como punto de inflexión para controlar la evolución de una persona mayor desde antes de utilizar estos elementos, y después de utilizarlos.
En general, esta técnica actual y revolucionaria es divertida y saludable para todos, pero en concreto para las personas mayores, las cuales tienen la oportunidad de trasladarse a otros escenarios deseados.