El 6 de octubre se celebra cada año el Día Internacional de la Parálisis Cerebral, una fecha en la que se conmemoran, visibilizan y reivindican las necesidades de los pacientes con parálisis cerebral y se les brinda el apoyo que necesitan.
Muchos de los actos también se centran en garantizar la inclusión, la igualdad y la no discriminación.
Además, su celebración ayuda a recaudar fondos para aliviar la presión económica de las familias y otorgar a estos pacientes todas las comodidades posibles.
¡Sigue leyendo para informarte sobre las causas y los síntomas de la parálisis cerebral!
¿Qué es la parálisis cerebral y cuáles son sus causas?
Se trata de un trastorno neuromotor no progresivo, es decir, que no se agravará a lo largo de los años, aunque sus síntomas pueden hacerse más evidentes.
En muchos casos, es debido a alguna anomalía en el desarrollo del cerebro o a un daño recibido en regiones determinadas durante la gestación o durante los primeros años de crecimiento. Aunque la mayoría de las veces, las causas se desconocen.
Este mal desarrollo hace que el cerebro no funcione como debiera y afecta a la comunicación con los distintos músculos del cuerpo, a la capacidad sensorial, perceptiva o psicológica.
Tipos de parálisis cerebral infantil y sus posibles causas
Existen numerosas formas de clasificar las parálisis: según criterios topográficos, es decir, según el lugar al que afecta; según el grado o la severidad en la que se presenta, etc.
Según el tipo encontramos:
Espasticidad
Es muy común, se refleja en la rigidez intermitente de la musculatura, que desencadena movimientos incontrolados, descoordinados y exagerados.
En este caso, la causa se halla en la capa externa del cerebro, que es la afectada.
Atetosis
Los músculos cambian rápida a incontroladamente de estado rígido a relajado, por lo que los movimientos son descontrolados, muy lentos y descoordinados.
A veces también afecta a los músculos faciales.
Los pacientes de parálisis cerebral atetoide durante los picos de nerviosismo, se ven agravados los síntomas y mientras duermen, estos se apaciguan y se pausan.
La parte dañada es la zona central del cerebro.
Ataxia
Afecta a la capacidad motora y se refleja en la marcha. El paciente camina generalmente de manera inestable y descoordinada, con las piernas separadas.
Según el alcance de esta lesión, la persona puede incluso tener graves problemas de equilibrio.
En el cerebelo es donde se presentan los daños.
Mixto
Es el más frecuente de todos los tipos de parálisis cerebral. Se ven manifiestas diferentes características de los anteriores tipos combinadas.
El daño cerebral se presenta en varias zonas, por lo que se puede considerar que el paciente presenta una mezcla de los distintos tipos de parálisis cerebral.
Los principales síntomas de la parálisis cerebral y posibles tratamientos
Como ya hemos mencionado anteriormente, los distintos tipos de parálisis cerebrales afectan a los músculos y a la comunicación del cerebro con estos.
Por tanto, los principales síntomas actúan sobre el movimiento, el equilibrio y el tono muscular.
Descoordinación, rigidez muscular, bajos reflejos, poca estabilidad, dificultad para realizar ciertos movimientos o para mantener la postura, movimientos involuntarios, etc.
Estos síntomas varían mucho, dependiendo siempre del tipo de parálisis que tenga el paciente, es decir, del área del cerebro que esté afectada y también, del grado de dicho tipo:
- Leve: el paciente puede hacer vida totalmente autónoma.
- Moderado: la persona necesita cierta ayuda o apoyo externo para desempeñar tareas cotidianas.
- Severa: el paciente requiere de apoyo diario y constante para realizar cualquier tarea.
Si te preguntas cuáles son los tratamientos para la parálisis cerebral más comunes: existen numerosos procedimientos y tratamientos que no solo pueden mejorar la salud física del paciente, sino que además le puede aportar confianza, autoconocimiento, mucha más calidad de vida y conseguir su máximo potencial.
El tratamiento varía en función del paciente, de sus necesidades y del grado de afectación.
- En muchos casos, la fisioterapia y la rehabilitación son los tratamientos más comunes para brindar movilidad, fuerza y otorgar equilibrio y agilidad a los pacientes. Esta actividad se lleva a cabo generalmente desde los primeros meses de vida del pequeño.
- Tratamientos profesionales que ayuden con el habla, cuando el pequeño tiene dificultad lingüística.
- Terapias ocupacionales que animan al ejercicio físico y mental mediante divertidos juegos.
- Medicación para el dolor o para la rigidez muscular o los espasmos involuntarios son otros de los remedios más comunes.
- Dispositivos ortopédicos o tecnologías inteligentes que ayuden con el movimiento corporal, el apoyo, el equilibrio o con la comunicación y el diálogo.
- En pocos casos y cuando los síntomas son muy graves, la cirugía también puede ser valorada como solución para la mejora.
Estos tratamientos y muchos otros los deberá determinar siempre un profesional médico.
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